«No hay un remedio para una enfermedad en particular, sino que hay remedios para el paciente que sufre de la enfermedad»
La primavera es una estación esperada por muchos por sus temperaturas más suaves, el florecer de las plantas, los cambios de horarios que proveen más presencia de luz… y temida por otros muchos por las molestias que les ocasiona el resurgir de la naturaleza sobre su salud. Un par de meses antes de su llegada debemos preparar nuestro organismo para detener los síntomas molestos surgidos a raíz de las alergias, sobre todo las personas que padecen complicaciones de salud.
Algunos niños y bastantes adultos sufren síntomas habituales como obstrucción nasal, rinorrea o goteo por la nariz, estornudos, ojos llorosos e irritados, prurito o picazón en la nariz, oídos y garganta, reacciones exageradas de su sistema inmune ante sustancias normalmente inocuascomo la contaminación, el polen, ácaros del polvo, pelo de perro o gato…
Para reducir estas molestias es fundamental transformar algunos hábitos ofreciéndole una tregua a nuestro hígado:
Estos tratamientos naturales se aplican en función de los síntomas de la persona. Las terapias integrales acogen tanto los síntomas físicos más visibles como los emocionales. Mediante una entrevista en la que la persona expone su estado físico y emocional, el terapeuta evalúa toda la variedad de manifestaciones de la alergia, considerando que los síntomas actuales que presenta la persona no son un caso aislado sino que son la parte visible de acontecimientos y/o enfermedades ocurridos durante su vida.
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