

La entrada a la naturaleza cíclica de la mujer y los beneficios que encierra el ciclo menstrual. Tratamiento de las disfunciones más habituales relacionadas con el ciclo menstrual.
Los ciclos forman parte de la naturaleza, así encontramos movimientos cíclicos en las mareas, en el día, en las estaciones, en las fases lunares… El ciclo menstrual es un reflejo de lo cíclico en la naturaleza. Nuestro cuerpo está compuesto de una gran parte de agua, de manera que la luna influirá en nosotras como sobre las mareas. Siempre que vivamos en contacto con los ritmos de la naturaleza, nuestro ciclo femenino estará estrechamente ligado a las fases lunares. Así la luna creciente es un período de maduración, la luna llena de plenitud, la luna menguante de reducción y la luna nueva de expulsión. Estadísticamente se ha observado que, hay más mujeres que ovulan cerca de la luna llena y tienen sus reglas más bien alrededor de la luna nueva.
Habitualmente se piensa que el ciclo menstrual solo corresponde al período de la menstruación. El ciclo menstrual se define como el proceso en el que se activa, crece y se desarrolla un folículo ovárico, y en el que el endometrio se prepara a un posible embarazo; de no producirse el embarazo, estos se expulsan, produciendo la menstruación. La duración media del ciclo menstrual de la mujer es de 28 días; empezando el primer día de la menstruación y terminando el día antes del inicio de la siguiente menstruación. Sin embargo, dependiendo del contexto emocional de la mujer, su ciclo puede verse perturbado haciéndose más corto o más largo.
Los trastornos de la menstruación generalmente aparecen con la menarquia, la primera regla. Las disfunciones que toman relevancia antes, durante o después de la menstruación, mantienen una estrecha relación con la actitud que tengamos hacia ella. Si la acogemos de forma positiva como parte de nuestro ciclo femenino, aceptando como algo natural que las emociones y las energías son cambiantes durante el ciclo, conectando con los momentos de inspiración y reflexión que conlleva el ciclo menstrual, estaremos mejor físicamente y en conexión con nosotras. Si por el contrario, nos relacionamos de manera negativa, con una energía de ciclo eterno, negándola, combatiendo los síntomas con medicamentos, sintiéndonos inútiles… nos acompañaran los molestos síntomas cada mes.
Existen culturas donde la menarquia se celebraba como un rito iniciático, como el inicio de la fertilidad. En Japón, por ejemplo, esta entrada a la naturaleza cíclica de la mujer, se celebra con una fiesta, como un momento de alegría. Es muy importante que la niña pueda vivir la menarquía – primera menstruación, de una manera natural, consciente y positiva, compartiendo con su madre amplias conversaciones en la que pueda sentirse apoyada, enriqueciendo la relación entre madre e hija. Transmitiendo a nuestras hijas los beneficios que encierra el ciclo menstrual les ayudaremos a mantener una buena salud femenina.
En los tratamientos naturales de procesos de ansiedad por anticipación a la menarquía, de entrada a la pubertad, de desórdenes que acompañan el ciclo menstrual la homeopatía y la naturopatía son de gran ayuda. Otro punto muy importante y el primero que nos puede ayudar a mejorar nuestro bienestar físico es la alimentación.
Tratamiento de las disfunciones más habituales relacionadas con el ciclo menstrual
El objetivo del tratamiento es que la mujer tenga la posibilidad de encontrar su naturaleza femenina, consiguiendo así una actitud más positiva hacia sucuerpo y en particular hacia las diferentes etapas de su ciclo menstrual, de manera que pueda existir una mejora o una continuidad en su salud y calidad de vida. A través de: